Todos juntos – colaboración en el desierto de Baja | World Mosquito Program Skip to main content
Cecilia Paola Espinoza, a World Mosquito Program volunteer, sitting in front of a grey wall
Cecilia Paola Espinoza, voluntaria del World Mosquito Program

La Paz es una ciudad de 200 mil habitantes, con un clima seco, cálido y extremadamente árido durante el año. Forma parte de la península de Baja California, famosa por sus hermosas playas y espectaculares paisajes que combinan el desierto y el Mar de Cortés. El único mosquito presente en la zona es el Aedes aegypti, transmisor de enfermedades como el Zika, chikungunya y el dengue. Los cuatro serotipos del virus del dengue están presentes en México, lo que aumenta las probabilidades de desarrollar dengue grave. 

En 2015 el World Mosquito Program llegó a La Paz por invitación del gobierno local y federal. En un trabajo conjunto, se buscó la participación de los habitantes: algunos hospedando trampas BGs Sentinela, otros ZancuKits en los árboles de su propiedad o cerca de sus hogares. Una de las participantes es Cecilia Paola Espinoza. Ella, como otros cientos de familias, participaron durante todo el proceso de colocación, liberación y seguimiento del mosquito con Wolbachia.

A promenade in La Paz, Mexico
Vista de La Paz, Mexico

“Tengo 22 años viviendo en La Paz. Me gusta la tranquilidad con la que se vive aquí, la belleza natural que nos rodea. Mi conocimiento sobre el dengue no nació de vivir aquí, sino en Chiapas -un estado al sur de México- donde es un problema muy fuerte: además de la pobreza y la falta de educación, el exceso de lluvia ayuda a la proliferación de los mosquitos”.

Cecilia, de voz cálida, toma su tiempo para hablar, como si recordara poco a poco su vida en aquella zona selvática del país. 

“Conozco lo que esta enfermedad puede hacer y por eso me ofrecí a participar con el WMP aquí en La Paz. El hecho de que en algún momento podamos decir que La Paz ya no tiene dengue significará también que nuestra calidad de vida se ha elevado; vivir sin preocuparse, por ejemplo, en el caso de las mujeres embarazadas, a contraer Zika… eso es lo que nos impulsa a participar”.
Cecilia Paola Espinoza

Cecilia alberga en su casa una de las 475 trampas BGs Sentinela para atrapar mosquitos adultos que se colocaron en toda la ciudad.

“Tener una trampa en casa es un ejemplo de la participación a la que me refiero; además, es la manera más clara de ver si el programa funciona o no… y si funciona pues deseo que se apoye para que el método se implemente en otros estados de México”.

A community volunteer places a Zanukit (mosquito release container) into a tree
Colocación de ZancuKit (contenedor para liberación de mosquitos) en un árbol

El ZancuKit es un vaso de cartón de casi 1.5 litros donde se coloca una cápsula con los huevos de mosquito con Wolbachia y su comida, se le añade agua y se tapa, para luego colgarlo en lo alto de los árboles. Cuando los mosquitos nacen y están listos para emerger, salen por unos orificios que tiene el vaso. Los ZancuKits son los MRC (mosquito release container) para México, mientras que en otros países se utilizan pequeñas cajas llamadas Mozzie Boxes.

“El involucramiento de la comunidad es fundamental: la participación de todos para permitir Zancukits en las casas, el mantener las trampas, colaborar con el WMP para el seguimiento… es un trabajo en equipo y somos muy afortunados en que este programa se haya implementado aquí. Hay estados -como Chiapas- que sufren mucho de dengue y les gustaría tenerlo también… creo que en La Paz debemos sentirnos afortunados de que seamos pioneros en México del WMP”.

Cecilia es enfática en el punto: para combatir al dengue el trabajo conjunto es la clave.

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